Proteger el cabello en verano

El sol no sólo influye negativamente en nuestra piel, nuestro pelo también sufre ante la exposición prolongado a los rayos UV. En este blog te damos las claves para protegerlo en los meses de verano.

Puntas abiertas, decoloración, sequedad, roturas, caída, fragilidad... son algunas de las consencuencias de no proteger adecuadamene nuestro cabello en los meses de verano. Y es que no sólo sufre por la sobreexposición a los rayos solares, sino también otros factores como la sal del agua del mar, el cloro de las piscinas o el viento, resultan dañinos para esta parte de nuestro cuerpo.

Pero no hay que desanimarse. Lucir una melena bonita y cuidada en verano es posible si tomamos las medidas adecuadas y utilizamos los productos de cosmética que mejor se adapten a nuestras necesidades.

Un factor fundamental es de la hidratación. Los ratos ultravioletas e infrarrojos resultan muy perjudiciales, sobre todo para los cabellos más secos, de ahí la importancia de que siempre esté bien hidratados. Otro enemigo a tener en cuenta de este tipo de pelo es el viento, que también contribuye a aumentar esa sequedad.

También se debe prestar especial atención a las melenas teñidas ya que los rayos del sol contribuyen a oxidarlas. Si no las protegemos debidamente, además de sufrir daños su color se deteriorará, de manera que se torne en tonos rojizos, rubios amarillentos e incluso verdosos. Prestaremos especial atención a las melenas pelirrojas, que son las que más sufren. Dicho esto, los tres pasos a seguir para mantener nuestro pelo en buen estado son: proteger, limpiar y nutrir.

Ante de salir de casa, es recomendable aplicar un protector solar y repetir el gesto periódicamente cuando estemos expuestos al sol. Estos productos se presentan en geles, espuma o spray.

Después de bañarnos en la playa o en la piscina, debemos enjuagarnos el cabello con agua dulce. Al finalizar la jornada, lo lavaremos con un champú específico para eliminar los restos de sal y cloro. Escogeremos uno que sea muy hidrantante y reparador. Después nos enjuaremos con abundante agua y a ser posible terminaremos con agua fría.

Por último, y no menos importante, la nutrición e hidratación. Utilizaremos el condicionar adecuado después del lavado y una mascarilla nutritiva una vez por semana, a ser posible con filtro solar para evitar decoloraciones. De esta forma, nos aseguraremos de no perder vitalidad y brillo.

Otros consejos útiles pasan por hacerse un corte de pelo para sanear puntas y evitar que se abran. Si tenemos pensado someternos un tratamiento de color, será mejor hacerlo antes o después del verano.

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